Las campañas de seguridad o prevención, basados en la escuela disponen de varias ventajas. La primera es que se dirigen no solo a los escolares, puesto que también implican a los profesores, personal del centro y padres, con lo cual, este tipo de programas pueden tener impacto sobre la comunidad entera. En segundo lugar, otra ventaja de estas campañas radica en que suponen un costo reducido si los comparamos con otros programas de prevención. En tercer lugar, se basan en la aplicación de medidas activas y producen cambios superiores en las creencias, las normas, las actitudes y la práctica para conseguir ampliar la "cultura de la prevención" en la comunidad.
El programa de prevención ha diversificado sus objetivos en cuatro puntos:
1) Concienciar a los niños/as, padres y profesores sobre la cultura de la prevención.
2) Integrarla en la sociedad a través de la comunidad educativa.
3) Facilitar la labor docente sobre Seguridad y Salud laboral, aportando material útil.
4) Ayudar a reducir el número de accidentes infantiles en primer término, y los laborales en un futuro.
Los objetivos principales de la campaña escolar se dirigen a aumentar el conocimiento sobre riesgo y prevención en los contextos en los que se desenvuelve el niño (escuela, calle, casa), promover su generalización al contexto laboral y conseguir así la disminución del número de accidentes infantiles.